L A R R E S T U D I O - D I S E Ñ O • D A T A

Cuando vamos a un shopping, la bolsa parece ser lo más vistoso de un regalo que acabamos de comprar. No necesariamente las bolsas son para llevar regalos. Son útiles. Pensemos que una bolsa bien diseñada, además de linda puede ser útil, así nos dediquemos a dar servicios de consultoría empresarial u odontología. Siempre funcionará como promoción y difusión de la marca o de nuestra empresa. Puede ser de papel, cartulina, tela, etc.

Veamos. Estamos preparando nuestro año en términos de marketing y publicidad.
Un poquito de plata para diseño, otro poquito para la imagen del local, etc. Folletos, lapiceras, remeras, anotadores, sobres, mousepads, bolsas ¿para qué sirven? A menudo nuestra empresa no es más que un logo y un nombre impreso en una bagatela.

La mayoría de la gente no busca empresas sólo en Google, a menos que estén desesperados, o, como dice el buscador: "voy a tener suerte". Nuestra imagen viaja como una semilla a través de manos y manos y manos y manos en formas que nosotros no imaginaríamos. Una bolsa, de tela, plástico, papel o cartón, que esté bellamente diseñada, que tenga de manera clara el logo de nuestra empresa, el nombre, y tal vez la página web, puede ganarnos más clientes viajando de mano en mano que una simple tarjeta personal. Los que habitualmente exponen en ferias y exposiciones lo saben.

Consideremos lo siguiente: en un viaje a Nueva York fui a la librería Barnes & Noble y me compré unos libros de diseño que había estado buscando por mucho tiempo. Cuando pagué por los libros me dieron, no es joda, un bolsa de tela. Pero tela BUENA. Muy buena. Eso fue hace varios años, y todavía voy con esas bolsas a todos lados. Muchas veces van a ver que ahí llevo mis carpetas, cds, papeles, lo que haga falta. Pero no es por gratitud, sino porque esas bolsas representan todo lo que yo creo en cuestiones de publicidad y marketing. Me han ofrecido comprarlas en más de una ocasión, pero no están a la venta.

Imagínense que su empresa tenga ese tipo de utilería. Que un extranjero compre algo y se quede la bolsa más de una década después. Que más personas de las que van a ver su página web se enteren de su existencia y se graben el nombre en sus memorias.
Si un cliente incorpora algún elemento de su empresa a su vida cotidiana en poco tiempo se va a familiarizar con la marca, y volverá a llamarnos. Puede ser que no. Puede ser que en realidad la gente tire las bolsas y nunca más vuelva a utilizarlas, al igual que los anotadores, las lapiceras y los mousepads.

Yo lo único que sé es que cuando vuelva a NY voy a pasar por Barnes & Noble. Es más, ahora Barnes & Noble tiene una tienda on-line. Mmmm... a ver, ¿cuál era la revista que me estaba faltando?...