Saber para qué es básico. Puede que no sea para nada. Que sea sólo para "figurar", y eso se nota. En mi opinión (y en la de la mayoría de los que saben) tiene que haber un objetivo para construir un blog o un sitio web: difundir una idea, vender, conectarse, expresarse, reunirse, etc. Pero algún motivo tiene que haber.
Una vez que tenemos ese objetivo claro (pueden haber objetivos secundarios), entonces avanzamos hacia la respuesta de varias preguntas:¿El sitio va a ser estático, o irá cambiando el contenido periódicamente? ¿Cada cuánto tiempo desearemos actualizar la información? ¿Quién lo va a hacer? ¿Quién va a generar los contenidos?
En este punto me detengo un segundo:
Generar contenido para sitios web o blogs es la clave de esta era.
El tema es qué tan interesante, relevante, actualizado es el contenido con el que nos topamos. La calidad de la redacción y credibilidad en la información son aspectos vitales.
Es necesario producir un material interesante y atractivo. La síntesis y claridad de los conceptos generan una lectura entretenida y formativa.
Cuidar la gramática, y los pequeños detalles, hablan de una comunicación responsable.
Sobre las correcciones, habría que evitar quedarse con el repaso automático del diccionario del editor de textos, y darles una leída más pausada y minuciosa.
Siempre debemos recordar los objetivos que nos hemos fijado para la comunicación, de modo que el texto sea coherente con ese fin.
Una buena dosis de imágenes complementan el mensaje, inclusive se llegan a convertir en protagonistas del sitio. Las tendencias actuales marcan el uso de grandes y nítidas fotos, generalmente ocupando una buena porción de la pantalla. Retoman el clásico dicho "una imagen vale más que mil palabras". Ya lo hemos señalado alguna vez que se debe hacer un uso prolijo, responsable y legítimo de las fotos e imágenes que voy a usar en un sitio. Deben ser propias o adquiridas legalmente (compradas, de uso libre, etc.). Los oficios de un fotógrafo profesional pueden resolvernos gran parte de la estética del sitio.
Los que andamos en esto tenemos como una carga implícita de tener que "ser creativos". Y no está tan mal, pero yo creo que no es tan así.
Nosotros podemos resolver un sitio, haciendo algo de cero, aplicando exclusivamente nuestra intuición, libre y desprovista de toda influencia.
El resultado, difícilmente se parezca a algo esperado por el cliente. Y si es así, bingo! Pero lo más probable es que ese sea apenas un punto de partida de un proceso que lleva su tiempo recorrer.
Por eso, es imprescindible acercarle al diseñador cuanta referencia de estilos, colores, gráficos, ilustraciones, fotos, links a sitios on-line, etc. ande por ahí y que tenga algo que ver con lo deseado. De lo contrario, el proceso creativo es más lento y todo se va a demorar un poco más.
Una vez que hemos definido el objetivo del sitio, establecido una línea de redacción y diseño, y reunido todo el material referente para tomar ideas, debemos producir los textos y elaborar las imágenes.
Es el turno de redactores y fotógrafos. Algunos lo harán con profesionales y otros explotarán los talentos de los compañeros de la empresa, según las destrezas de cada uno.
Es necesario determinar quién será el encargado de cada cosa, ya que solo de esa forma se puede armar un trabajo ordenado y secuencial. Sin embargo, reunir todo el material, tanto los textos como las imágenes, resulta para el cliente un trabajo complicado de cumplir en los términos acordados. Los tiempos corren y como todos sabemos "taimismani" ("time is money"). Todos quieren su sitio a tiempo, pero también hay que colaborar con el diseñador para que eso suceda.
En un tiempo prudencial, que será una combinación entre la rapidez de trabajo, la colaboración del cliente y el aporte de materiales para publicar, tendremos nuestro sitio listo para subir y empezar a vender, comunicar, promocionar, entretener, informar, etc.
Habrá que ver cuáles son los puntos clave del trabajo para prestar más atención en esas etapas y reforzar los controles de producción. Las fechas son importantes, pero siempre es preferible dar una buena primera impresión y tomarnos el tiempo para que se cumpla esto.
Una parte importante es la difusión de nuestro sitio a través de mensajes a nuestros contactos para que se enteren que existimos.
Un mail, un newsletter, una carta por correo. Algo. No podemos sentarnos a esperar "a ver qué pasa..." Tenemos que salir ahí afuera y gritar bien fuerte el nombre de nuestro nuevo sitio.
Lo antes posible, mejor. Casi debería ser producido junto al sitio, pensando en el lanzamiento y a quienes comunicárselo.
Ahora que el bebé nació, hay que atenderlo y darle de comer.
Los sitios y blogs necesitan ser actualizados. Tienen que tener cambios para cuando el visitante regrese. El dinamismo y la actualización son imanes para curiosos y esto hay que cuidarlo.
Nada peor que entrar durante meses al mismo sitio sin ninguna novedad, ninguna buena nueva noticia, aunque sea ver fotos nuevas...
Es aquí donde hay que elaborar una pequeña estrategia de renovación periódica de contenidos e imagen del sitio.
Pero eso será tema del próximo newsletter...
¡Hasta el próximo Diseño Data!
bye!
MARTÍN LARRE
martin@larre.com.ar
|